Podemos encontrar delicias turcas de todos los colores y de todos los sabores | Heidi De V.
Las delicias turcas, también conocidas como lokum, es un postre típico de la gastronomía turca que se hace a base de almidón y azúcar. De aspecto similar a una gominola, su textura recuerda a la de la gelatina. Es suave y blando, y está hecho con componentes viscosos, como la jalea, almidón y azúcar o miel, y hay de varios sabores, a frutas, generalmente. Se suele cubrir con una capa fina de harina o azúcar en polvo, y se suelen preparar en forma de pequeños cubos, aunque cada vez es más común encontrar delicias de todas las formas y tamaños. Además, algunas recetas han ido evolucionando y también es común encontrar delicias con trocitos de pistacho u otros frutos secos.
El origen
¿De dónde proceden estos famosos dulces? Las antiguas culturas de China o Mesopotamia ya eran conocidas por la conservación de alimentos y sabores por medio del empleo del azúcar o la miel, pero fueron los árabes los precursores de las frutas y flores confitados. De hecho, las delicias turcas que, como hemos dicho, se suelen tomar al terminar las comidas, se empezaron a comer al principio de cada banquete.
En Estambul hallamos numerosos establecimientos que venden estas pequeñas delicias dulces | Rev Stan
Se dice que fue en el siglo XIX cuando este dulce llegó a Occidente, cuando un británico compró en Estambul grandes cantidades de lokum y las envió al Reino Unido, donde el dulce fue conocido y comercializado como turkish delight (delicias turcas), nombre con el que todavía se conocen a nivel internacional. Por eso, el famoso lokum representa hoy en día uno de los dulces más antiguos de la gastronomía mundial, y son muchos los países donde podemos encontrar esta especie de gominola con sabor a frutas. Sin embargo, sigue siendo Turquía el país donde ha cosechado más fama y donde más se vende. En Estambul, por ejemplo, podemos encontrar establecimientos que ofrecen delicias en cada calle, en cada esquina.
Un antiguo proverbio turco dice que “tanto en la conversación como en la comida, nunca debe faltar la dulzura“. Así que ya sabéis, viajeros, si visitáis Turquía, ¡no dejéis de probar uno de estos pequeños cubos dulces de colores!
En la actualidad existen muchas variantes de ‘lokum’, muchas de ellas con frutos secos | Terrazzo
La receta
Para preparar las delicias turcas, el primer paso es disolver azúcar en agua y se pone a hervir a fuego medio. Supongamos que queremos hacerlas con sabor a limón y naranja. A continuación se deben añadir ralladuras y zumo de limón y naranja y se deja 15 minutos al fuego, hasta que se forma un almíbar. Mientras tanto, se coloca gelatina en un cazo con más agua, a fuego suave, para que se disuelva por completo. A esta gelatina se le añade el almíbar y se deja cocer todo junto, moviendo de vez en cuando con una cuchara de madera, hasta que se consigue que la mezcla se haga hebra. En una fuente rectangular, se vierte la mezcla y se deja enfriar en el frigorífico hasta que consiga la consistencia adecuada para cortar el dulce en pequeños dados. Por último, se mezcla maicena con azúcar glas o en polvo y se rebozan las delicias para que no se peguen unas a otras.
Más información | Wikipedia
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